Santa Hildegarda de Bingen
Visión general
Nacimiento: 17 de
septiembre de 1098
Ubicación: Bermersheim
vor der Höhe, Alemania
Fallecimiento: 1179
Canonizado: 10 de
mayo de 2012 por el Papa Benedicto XVI
Día de la fiesta: 17
de septiembre
Patrona de: los
músicos, los escritores y la ecología
Vida temprana
Santa Hildegarda de
Bingen vivió en Alemania en el siglo XII. A una edad temprana, fue enviada a
vivir con monjas, que le enseñaron a leer y escribir. No empezó a escribir
formalmente hasta los 42 años, pero una vez que empezó, no bajó el ritmo.
Un santo visionario
En 1141, Hildegarda
comenzó a experimentar una serie de visiones que
describió como «un flujo de luz» que «encendía todo su corazón, no quemándolo
sino calentándolo». Al principio era reacia a hablar de sus visiones, pero
acabó creyendo que Dios la había llamado a compartirlas con el mundo.
Sus visiones le
inspiraron numerosos escritos sobre temas tan diversos como la teología y
la medicina. También compuso música que aún hoy se interpreta y que se
considera una de las más bellas y expresivas de la Edad Media. Se conservan más
cantos de Hildegarda que de cualquier otro compositor de la Edad Media, y es
una de las pocas compositoras conocidas que escribió tanto la música como la
letra.
Muerte y veneración
A los pocos meses de ser levantado el entredicho, el 17
de septiembre de 1179, a los ochenta y un años de edad murió Hildegarda. Las
crónicas hagiográficas cuentan que a la hora de su muerte aparecieron dos arcos
muy brillantes y de diferentes colores que formaban una cruz en el cielo.
Entre 1180 y 1190 el
monje Teoderico de Echternach escribió la Vita (Vida)
de Hildegarda, recogiendo pasajes autobiográficos que la monja había dejado y
contado. Gregorio IX abrió
el proceso de canonización en 1227, aunque no se concluyó. Fue reabierto por Inocencio IV en 1244,
sin que tampoco en esta ocasión se llegase a concluir. Sin embargo, debido a la
difusión de su culto se la inscribió en el Martirologio romano,[]
incluyéndose además su nombre en algunas letanías;
se extrajeron reliquias de su sepulcro; se celebró su fiesta litúrgica; se le
atribuyeron milagros y sus representaciones pictóricas y escultóricas
comenzaron a ser objeto de veneración.
Sus reliquias fueron
conservadas en el convento de Rupertsberg hasta la destrucción de este en 1632,
durante la Guerra de los
Treinta Años. Entonces fueron llevadas a Colonia y después a
Ebingen, donde se depositaron en la iglesia parroquial, donde aún reposan.
En 1940 se aprobó
oficialmente su celebración para las iglesias locales. Con motivo del 800
aniversario de su muerte, Juan Pablo II se
refirió a ella como profetisa y santa.[
De la misma manera, en 2006, el papa Benedicto XVI también
se refirió a Hildegarda como santa y la encomió como una de las grandes mujeres
de la cristiandad junto con Catalina de Siena, Teresa de
Ávila y la madre Teresa de Calcuta.
En 2010, el papa
Benedicto XVI dedicó a Hildegarda las Audiencias Generales del 1 y 8 de
septiembre, dentro del marco de una serie de catequesis sobre escritores
cristianos, siendo la primera mujer presentada en estas catequesis; recordó,
entre otras cosas, que los contemporáneos de Hildegarda la consideraron con el
título de «profetisa teutónica» y puntualizó el valor teológico de sus escritos
y enseñanzas.
En diciembre de 2011,
el papa Benedicto XVI anunció su decisión de otorgar a santa Hildegarda el
título de "doctora de la
Iglesia".[
El 10 de mayo de 2012 procedió a inscribirla en el catálogo de los santos y
extender su culto litúrgico a la Iglesia universal, en una canonización
equivalente. El 27 de mayo de 2012, durante el rezo del Regina Caeli del día
de Pentecostés,
el papa determinó la fecha para la proclamación como doctora. El 7 de octubre
de 2012, durante la misa de apertura del Sínodo de los
obispos en la Basílica de
San Pedro en Roma,
se realizó la proclamación oficial por el cual se le concedió el título de
«Doctora para la Iglesia Universal» junto con san Juan de Ávila por
el papa Benedicto XVI.
Hildegarda también es
venerada por algunas de las Iglesias que conforman la Comunión
anglicana, entre ellas la Iglesia de
Inglaterra y la Iglesia
episcopal escocesa. Tanto en la Iglesia católica como en la
Comunión anglicana se la celebra el 17 de septiembre.
La iconografía
religiosa de Hildegarda es escasa, probablemente porque su culto fue local por
bastante tiempo. Se la retrata con los atributos propios de una abadesa de la
orden de san Benito: báculo abacial y hábito benedictino con velo negro y
blanco; sus representaciones más antiguas reproducen la manera en que aparece
en las miniaturas de sus
escritos: sentada con un estilo en
la mano en actitud de escribir sobre un par de tablillas o dictando a un monje,
con cinco flamas alrededor de la cabeza representando la visión divina. Más
tarde se cambia el estilo por una pluma de ave, con algún pergamino o libro en
la mano —comúnmente el Scivias— y algún instrumento musical.
Legado
Otras obras de
Hildegarda son tres volúmenes de teología, dos de medicina natural, uno de los
mayores epistolarios de la Edad Media y numerosos sermones en los que denuncia
la corrupción clerical y hace un llamamiento a la reforma.
En aquella época, a
pocas mujeres se les permitía predicar públicamente, pero ella atrajo a muchas
por su humildad, intelecto y santidad.
En 2012 fue nombrada
Doctora de la Iglesia.
Oraciones de Santa
Hildegarda de Bingen
Santa Hildegarda de
Bingen es conocida por su talento visionario para glorificar a Dios a través de
la música, la escritura, la teología y las ciencias naturales. Para inspirarse,
he aquí algunas palabras de una antífona de salmo para el Espíritu Santo a la
que Santa Hildegarda compuso música:
«El
Espíritu Santo: vivo y vivificante,
Sexualidad
Santa Hildegarda de
Bingen no tenía experiencia sexual personal debido a su vida religiosa como
monja benedictina. Sin embargo, fue una pionera en la discusión sobre
la sexualidad femenina, describiendo el orgasmo femenino en sus escritos, como
"Cause et cure" y "Physica". Su trabajo desafió las
ideas tradicionales sobre la sexualidad femenina y la sexualidad en general,
afirmando que las mujeres sienten placer y que el sexo no es un pecado.
El legado de Hildegarda
sobre la sexualidad:
Desafío a las ideas
tradicionales:
Hildegarda cuestionó
las ideas religiosas y culturales de la época sobre la sexualidad femenina, que
la veían como algo negativo o inferior.
Descripción del
orgasmo femenino:
En sus escritos,
describió el orgasmo femenino con detalles, incluso mencionando la contracción
de los músculos y la eyaculación.
Afirmación del placer
sexual femenino:
Hildegarda afirmó que
las mujeres experimentan placer en la unión sexual, al igual que los hombres.
Impacto en la
medicina:
Su conocimiento de la
anatomía y la fisiología femenina, así como su comprensión de las emociones y
la experiencia sexual, contribuyó a un mayor entendimiento del cuerpo humano.
Influencia en la
perspectiva feminista:
Sus ideas sobre la
igualdad sexual y la importancia de la sexualidad femenina fueron consideradas
precursoras de la perspectiva feminista.
Vida religiosa:
Hildegarda fue una
monja benedictina que dedicó su vida a la espiritualidad y a la escritura.
Visión mística:
Experimentó visiones
místicas que le sirvieron de inspiración para sus escritos sobre la sexualidad,
la medicina y la espiritualidad.
Escritos:
Escribió extensamente
sobre medicina, teología, música y otras áreas, mostrando una gran inteligencia
y conocimiento.
En resumen: Hildegarda
de Bingen, a pesar de su vida religiosa, fue una figura pionera en la discusión
sobre la sexualidad femenina, desafiando las ideas tradicionales y abriendo el
camino para una mayor comprensión y respeto por la experiencia sexual de las
mujeres.
Hildegarda (significado)
El nombre Hildegarda
es de origen germánico y significa "doncella guerrera" o
"heroína de batalla". Se compone de los elementos
"hild", que significa "batalla", y "gard", que
significa "recinto" o "protección".
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