PREVENCIÓN CONTRA CORONAVIRUS
Prevención
Hasta la fecha no se dispone de
vacuna alguna ni de tratamiento específico para combatir la infección por
coronavirus.
Mantener una higiene básica es la
forma más eficaz de evitar contraer este virus en los lugares en los que existe
un mayor riesgo de transmisión, fundamentalmente las zonas del planeta en las
que se han registrado casos. Es conveniente lavarse las manos con frecuencia
y evitar el contacto con personas ya infectadas, protegiendo especialmente
ojos, nariz y boca. A quienes puedan estar en contacto con posibles afectados
se les aconseja el uso de mascarillas y usar pañuelos para cubrirse
la nariz y la boca cuando se tose o se estornuda
Cuando surgió el MERS-Cov se informó de que
los productos de origen animal debidamente procesados por cocción o
pasteurización no suponen ningún riesgo de infección, pero deben
manipularse con cuidado para evitar que se contaminen por contacto con
productos crudos. La carne y la leche de camello pueden seguir consumiéndose
tras la pasteurización, cocción u otros tratamientos por calor; sin
embargo su consumo crudo debe descartarse.
Estas precauciones deben seguirlas
especialmente aquellas personas que padezcan diabetes, insuficiencia renal,
neumopatía crónica o inmunodepresión, ya que tienen más riesgo de padecer
enfermedad grave en caso de infección por coronavirus.
Tipos
En los coronavirus humanos, la gravedad
puede variar sustancialmente entre un tipo y otro:
Coronavirus
del resfriado
Esta variante de coronavirus
corresponde a los tipos 229E y OC43, que provocan los síntomas comunes de
un resfriado, aunque en los casos más graves también pueden ocasionar una
neumonía en personas de edad avanzada o en neonatos.
Los tipos de coronavirus 229E y OC43 causan
los síntomas comunes de un resfriado.
Síndrome
respiratorio agudo severo (SRAS)
Es una forma grave de neumonía.
Provoca dificultad respiratoria y fiebre superior a los 38 grados. El brote de
2002 se extendió por todo el mundo, aunque su frecuencia siempre ha sido mayor
en el este asiático.
Síndrome
respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV)
Causa graves problemas respiratorios,
además de fiebre, tos y dificultad para respirar, aunque en un primer momento
puede ser asintomático. En los casos más graves también se produce
expectoración de sangre, diarrea y
vómitos. Tuvo su primer brote en el año 2012 y desde entonces se han reportado
muchos casos en Oriente Medio, aunque también ha llegado a Europa y Estados
Unidos.
Coronavirus
COVID-19
El nuevo coronavirus detectado a finales de
2019 en China muestra una secuencia genética que coincide con la del SRAS en un
80%. No obstante, en un principio parece menos virulento y con una mortalidad inferior.
En cambio, su transmisión ha sido muy superior y ya ha causado varios
miles de casos más que el SRAS.
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