CURIOSIDADES
SOBRE EL CORONA VIRUS
En
Asia se están dando casos de curados de coronavirus que vuelven a dar
positivo, es decir que están recayendo cuando ya estaban dados de alta.
Este
fenómeno es algo extraño y está preocupando a los médicos pues entonces hace
que la enfermedad no se acaba de
controlar.
De
momento no se saben grandes cosas sobre este tema pero sí que varias personas
de diversas zonas de Asia están dando positivo de nuevo, una vez que
hubieran erradicado los síntomas y se hayan ido a casa como dados de
alta.
Uno
de los casos ha sucedido en Osaka, en Japón, en el que una guía turística había
enfermado en enero y había recibido el alta a principios de febrero. Luego ha
vuelto a tener síntomas y el 26 de febrero ha dado positivo en las pruebas.
En
toda China, un estudio entre pacientes que dejaron ya el hospital en la
provincia de Cantón, vio que un 14% de los casos daban de nuevo
positivo.
¿Por qué sucede este nuevo
positivo?
Los
expertos comentan que puede ser se haya quedado en el cuerpo una pequeña
cantidad de virus. Y no ha acabado de dar positivo en las pruebas, y entonces
se reproduce y vuelve a dar positivo. Otra teoría es la falta de
anticuerpos que permita una segunda infección de fuentes externas.
Esto
ya sucedió en otros brotes de virus conocidos por todo, como en el Ébola en
África Occidental donde al repetirse las pruebas antes dar el alta definitiva,
se registraban recaídas. Son casos de los curados de coronavirus que vuelven a
dar positivo
¿Pueden infectar a otras
personas si están bien?
Es
otro misterio porque los expertos comentan que no se sabe con exactitud si
estos afectados pueden infectar a otras personas posteriormente. Si pasara la
cosa sería preocupante, según indican las fuentes.
Coronavirus: ¿por qué estamos contrayendo más enfermedades
que vienen de animales?
El VIH, el ébola, la gripe
aviar, y ahora el covid-19 son algunos ejemplos.
¿Por qué esta transmisión es
cada vez más frecuente? ¿Cómo ocurre? ¿Qué se puede hacer? Te lo contamos en
este video:
¿Cómo podría acabar el
coronavirus? Las lecciones que dejan otras epidemias
Es
imposible saber con seguridad lo que nos deparará el covid-19 y cuándo llegará
su final. Pero quizá sea útil echar la vista atrás y observar qué ocurrió en el
caso de otras epidemias como el SARS o la gripe porcina.
El
coronavirus es un tema recurrente en las conversaciones en la cola del
supermercado, el ascensor o la oficina. Es natural, por tanto, elucubrar en
torno a su futuro y anticipar algún final. Esto fue lo que ocurrió con otros
virus que ha padecido la humanidad:
H1N1 o gripe porcina
Un
virus de temporada con altas tasas de infección
Los
brotes pueden ir mutando con las estaciones, tal y como ocurrió con el H1N1,
también conocido como gripe porcina. Este virus, que ocasionó una pandemia en
2009, se ha convertido en un virus de temporada, con enormes tasas de infección
(entre el 11 y el 21%25 de la población global, de acuerdo con algunos estudios) y más prominencia en los
meses fríos.
El
H1N1, sin embargo, terminó siendo bastante menos maléfico de lo que se
temía en un principio, con síntomas parecidos a los de un resfriado común en la
mayoría de las personas. Hoy día forma parte del abanico de gripes estacionales
que van y vienen en cada temporada. ¿Podría ocurrir algo similar con el
coronavirus? Por el momento, no está claro cuál será su comportamiento.
Las
tasas de mortalidad estimadas del H1N1 fueron, inicialmente, mucho más elevadas
de las reales. A pesar de ello, las estimaciones de los CDC indican que el
virus mató a 12,469 personas en la temporada invernal 2009-2010, e infectó a 60
millones de personas. Los números son difíciles de cuantificar porque en muchos
casos no se sabe qué tipo de cepa de gripe se padece. Por otro lado, es
importante recordar que en lo que va de temporada la gripe ha matado a al
menos 18,000 personas en EEUU, según los CDC.
Si
el Covid-19 se extiende tanto como el H1N1, será crucial encontrar una vacuna.
En el caso del H1N1, esta llegó tras el brote de 2009, lo que ayudó a proteger
a la población especialmente vulnerable.
¿Afectarán
al Covid-19 las estaciones, como es el caso del H1N1? Nadie lo sabe, diga
lo que diga el presidente Donald Trump, que aseguró hace unos días que el
coronavirus "se irá en abril, cuando suban las temperaturas".
“Todavía
estamos aprendiendo mucho sobre el virus”, dijo la epidemióloga de la OMS Maria
Van Kerkhove al The
Washington Post. “Ahora mismo no hay razones para pensar que este
virus se comportará de forma diferente dependiendo del clima. Tenemos que ver
qué ocurre a medida que progresa”.
SARS
Síntomas
muy severos que obligan a hospitalización
Considerado
el responsable de la primera epidemia del siglo XXI, el SARS (Síndrome
Respiratorio Agudo Severo) es un virus de la misma familia que el Covid-19.
Como este, se originó en un mercado de animales en China en noviembre
de 2002. Este tipo de epidemias, que se originan cuando el virus pasa de que un
animal a una persona, no son nuevas, pero se están convirtiendo en más comunes
y se extienden con más facilidad gracias al incremento la movilidad de
personas.
El
SARS dejó tras de sí una estela de miedo. La tasa de mortalidad asociada a este
virus fue muy alta (del 10%, mucho más elevada que la del nuevo
coronavirus, del 3.4% de acuerdo con las últimas
estimaciones de la OMS). Sin embargo, la tasa real de infección fue de solo un
0.0026%.
El
SARS se frenó en unos cuantos meses, tras 8,500 casos reportados, gracias a la
cooperación internacional y medidas de salud pública como el aislamiento, las
cuarentenas y el rastreo de las infecciones, además de factores
medioambientales como la subida de temperatura y humedad en los meses del
verano. En el caso del SARS, los afectados padecían síntomas más severos,
lo que propició que acudiesen al hospital poco después de haberse
infectado. Los casos del coronavirus son más difíciles de aislar porque en
muchos casos son leves, y las personas no acuden al médico.
Son
cada vez más numerosas las voces que advierten de que el brote del coronavirus
en EEUU y otros países está mucho más extendido de lo que
reflejan los datos oficiales, porque entre otras cosas muchas personas con
síntomas leves no saben todavía que se han infectado.
Ébola
Atacó
a países con sistemas sanitarios muy frágiles
Una
de las cosas que mostró el terrible brote de ébola en 2014-2016 es lo que
ocurre cuando una epidemia azota países con infraestructuras sanitarias
muy débiles. Por esta razón, la OMS observa con gran preocupación el
aterrizaje del nuevo coronavirus en el África subsahariana, a pesar de por el
momento se han producido muy pocos casos en la zona.
El
ébola, que se transmite a través de los fluidos del cuerpo, es mucho menos
contagioso que el coronavirus (que se transmite a través de las gotículas de la
tos o estornudos de personas infectadas) pero mucho más letal: infectó a más de
28,000 personas y causó más de 11,000 muertes.
El
brote acabó en 2016 tras una intervención internacional, cuando la OMS declaró
que se había interrumpido su expansión. Un nuevo brote se
produjo en 2018, pero para entonces ya había algunos tratamientos disponibles,
y hoy ya existe una vacuna.
La gripe española
El
mundo era totalmente diferente entonces
El
icónico logo Keep Calm and Carry On (Mantén la calma y continúa) que adorna hoy
nuestras tazas de desayuno y camisetas, tiene sus orígenes en 1918. Se trataba
de animar a la población británica ante el terrible brote de gripe española, de
acuerdo con el diario británico The Telegraph, que cita al historiador médico Mark
Honisbaum, autor del libro The Pandemic Century.
Más
allá de esta curiosidad (y de la excelente recomendación que es mantener la
calma en situaciones de dificultad), la pandemia de gripe de 1918, también
conocida como gripe española es la pandemia
más letal a la que se ha enfrentado la humanidad ya que infectó a una
tercera parte de la población y causó 50 millones de víctimas. Este virus atacó
a jóvenes y ancianos por igual, mientras que el coronavirus actual parece
ser mucho más benévolo con los niños.
Aunque
el nombre de la gripe española resuene estos días y se establezcan
algunos paralelismos (la neumonía es una
afección que ambos males tienen en común), el virólogo especializado en
influenza Florian
Krammer señala que el mundo era muy diferente en
1918: “No teníamos herramientas para diagnosticar, ni antibióticos para
combatir infecciones secundarias. Los hospitales eran lugares a los que ibas a
morir, no a obtener tratamiento”, señala.
¿Llegará a tiempo la
vacuna?
Algunos
prototipos ya están en marcha
“Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas
es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus”, escribe Ignacio López-Goñí,
catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra (España). “Lo que
puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad,
efectos secundarios, seguridad y eficacia en la protección. Por eso, se habla
de varios meses o incluso años, pero algunos prototipos ya están en marcha”,
indica el experto.
Mientras
llega la esperada vacuna, los líderes de la OMS piden a los países que estén
preparados. “Despertad. Preparaos. El virus puede estar en camino amino, y
necesitáis estar listos” dijo Michael Ryan, director de emergencias
de salud de la OMS la semana pasada. “Esperar y ser complaciente y que te pille
desprevenido en este momento no es una excusa”.
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